Saeco GranAroma a prueba: una cafetera potente para la gama media

Reciclar es bueno y, además, importante. En lugar de producir cosas nuevas continuamente, los recursos existentes se reutilizan para proteger el medio ambiente y el bolsillo. Funciona con el papel higiénico y, obviamente, funciona también con las cafeteras superautomáticas.

La cafetera superautomática Saeco GranAroma lleva poco tiempo en el mercado, pero se presenta como una especie de actualización muy conseguida de la serie Xelsis original. En su día, su precio superaba de largo los 1000 euros y su cometido era atraer principalmente a la clientela acomodada.

La GranAroma es un intento de volver a situar las cafeteras Saeco en la gama media que ronda los 750 euros. Y, en vista de los resultados obtenidos con el café de Coffeeness y un tetrabrik de leche, creo que ese intento podría llegar a buen puerto.

La cafetera Saeco GranAroma nos ha impresionado, especialmente en lo que respecta a la espuma de leche. Sin embargo, hay que hacer algunas concesiones. Sigue leyendo mi reseña sobre la prueba de esta cafetera y te lo explico con todo lujo de detalles.

Serie GranAroma: ¿qué modelos hay?

Al principio, tenía la esperanza de que Saeco nos iba a poner las cosas fáciles y no iba a sacar muchas versiones distintas dentro de la misma serie. ¡Y un cuerno!

Bajo la denominación «GranAroma» hay tantos números de modelo que pierdes la cuenta rápidamente. Sin embargo, los únicos números significativos son SM6580 y SM6585. Y el SM6685 por ser la versión Deluxe.

Por eso mismo, puede ser interesante ver en qué se diferencian realmente la SM6580 (el modelo básico), la SM6585 (el modelo que yo he puesto a prueba) y la SM6685 (Deluxe). Diría que sus divergencias afectan, mayormente, al precio y a la disponibilidad, puesto que la valoración media de los clientes apenas varía.

Antes de empezar a desgranar las diferencias, lo más importante es saber qué tienen en común todos los modelos de la serie. Los rasgos comunes son habituales en la fracción alta de la gama media:

Saeco GranAroma SM6580

La versión más reducida del modelo SM6580 en negro piano trae 14 especialidades de café y únicamente cuatro perfiles de usuario.

En comparación con las otras cafeteras automáticas de la serie GranAroma, este modelo no prepara flat white ni tiene la función Taza de viaje.

Como no tengo ni idea de qué distingue una taza de viaje de un ristretto, un americano o un lungo, la verdad es que no echo en falta ninguna de esas dos especialidades extra.

Sin embargo, una máquina con una carcasa de plástico negro parece aún más barata que sus colegas en acero inoxidable o gris. Es solo mi opinión, pero el frontal de cualquier máquina de la serie GranAroma me parece bastante feo.

Sus dimensiones tampoco son la repera, aunque la SM6580 me parece un poco más compacta que las versiones superiores. Sin embargo, quizá sea solo mi imaginación.

Estos son los modelos de los que tengo conocimiento y, estas, sus diferencias, que se circunscriben solo al color del frontal y de la carcasa:

Saeco GranAroma SM6585

Si el color cambia a acero inoxidable y se añaden las dos especialidades de café ya mencionadas y dos perfiles de usuario extra, estaremos hablando de la Saeco GranAroma SM6585/00. Una regla mnemotécnica que puede servirte aquí es el número «85» como referencia a la versión más potente de la gama.

Esta es la máquina que he puesto a prueba. Su precio habitual me parece bastante realista: unos 750 euros (fecha de la consulta: agosto de 2022). En general, aconsejo comprar este modelo.

Saeco GranAroma Deluxe SM6685

La única diferencia que encuentro entre la Saeco GranAroma Deluxe SM6685/00 y la SM6680/00 es el color de la carcasa. La diferencia con la versión normal (no la Deluxe) son las 18 especialidades de bebidas, que la pantalla a color es más grande y que trae conectividad wifi.

Si es tan fácil de manejar como la Saeco Xelsis Suprema estaremos de suerte, pero si por ello has de pagar 200 euros más, yo que tú me lo pensaría.

Configurar la Saeco GranAroma: la calidad con un solo botón no necesita app

Que una cafetera automática tenga una excelente pantalla y se pueda navegar por el menú de manera intuitiva es mucho más importante para mí que la conexión por app. Lo he dicho siempre y lo mantengo.

Mientras sigamos teniendo que colocar nosotros mismos las tazas bajo el surtidor de café y los granos de café no se viertan solos en el recipiente, vamos a tener que ponernos delante de una cafetera superautomática sí o sí.

Y así, al mismo tiempo, nos ahorraremos la molestia de tener que deslizar el dedo por la pantalla de nuestro smartphone.

Solo lo comento porque la antigua serie Xelsis popularizó el manejo sin app ofreciendo magníficas opciones de configuración, mientras que el resto de fabricantes se volvían locos desarrollando sus apps. La GranAroma recoge el testigo de manera excelente.

Después de la experiencia religiosa con la gigante pantalla táctil de la nueva cafetera automática Saeco Xelsis Suprema, pensaba que me sentiría decepcionado con la pantalla de la GranAroma.

Y es que la combinación de botones táctiles y pantalla de la GranAroma —que es diminuta, con poca resolución y anticuada en comparación con la Xelsis Suprema— es, por supuesto, solo la mitad de divertida que la megapantalla de la Suprema.

No obstante, gracias a los populares controles deslizantes del Coffee Equalizer para todos los ajustes, las claras indicaciones sobre la cantidad de llenado o la temperatura del café y el bien concebido panel de control, no importa cuán táctil es o deja de ser el sistema.

Lo único que me resulta un poco confuso es el CoffeeMaestro que, en palabras de Saeco, «personaliza sin esfuerzo tu taza perfecta […]. Solo tienes que seleccionar el perfil de sabor que desees entre 3 ajustes preestablecidos: Delicato, Intenso, Forte».

Si nos paramos a pensarlo, esto ya nos suena del sistema «Barista in a Box» de las cafeteras automáticas Nivona, por ejemplo.

De este modo, la velocidad del flujo de agua y la presión de infusión se ajustan ligeramente para llevar a la taza más o menos aroma automáticamente. Interesante pero no vital. Al fin y al cabo, tienes todos los ajustes a tu disposición.

Ajustar el molinillo

Desde el punto de vista acústico, el molinillo cerámico se parece más a un típico molinillo de muelas cónicas de metal. Además, se nota que el nivel de ruido asciende a 72,6 decibelios (medidos por mí).

No estamos hablando de una cafetera superruidosa, pero la diferencia con las cafeteras automáticas Siemens, por ejemplo, es evidente.

De los doce grados de molienda que tiene el molinillo, el tercero más fino es el que te recomiendo. Cualquier nivel por debajo de ahí (esto es, más fino) tiende a provocar una sobreextracción con efectos desagradables para el aroma. Como es habitual, la rueda de ajuste del molinillo se encuentra en el recipiente para granos.

Hablando del recipiente para granos… ¡es enorme! Con una capacidad de 450 gramos, lo encuentro sobredimensionado para mi gusto.

Aunque —en teoría— esto convertiría a la GranAroma en una estupenda cafetera superautomática para oficinas (pequeñas), por su capacidad de rendimiento vemos que sigue estando orientada al consumo doméstico.

Por lo tanto, si quieres conservar intacto el aroma de tus granos, nunca llenes hasta arriba el recipiente para granos de la Saeco GranAroma.  Por cierto, con sus 1,8 litros, el depósito de agua tiene un tamaño completamente normal.

Personalizar las bebidas

Si en el ecualizador ajustas la intensidad del café al nivel más alto, se dispensará una dosis doble. Esto significa que el molinillo muele granos dos veces.

Para mí no es necesario, aunque el resultado en la taza tenga buen sabor. Para las especialidades de café y expreso he utilizado mis parámetros habituales:

Con el Coffee Equalizer puedes personalizar casi todos los parámetros para la preparación de bebidas con un solo botón: por ejemplo, la proporción de agua y café molido, la cantidad de espuma de leche y de leche, etc.

Expreso y café: algo distinto

Tanto el café como el expreso están ricos cuando los preparas con el café de Coffeeness y ofrecen en la taza una cremosidad dulce y elegante que resulta especialmente deliciosa en boca. Sin embargo, también noto que faltan algunos acentos aromáticos claros que, en otras ocasiones, percibo con mucha precisión.

Además, los fans de las bebidas bien calientes encontrarán, sin duda, que la temperatura puede mejorarse. No obstante, por una parte he encontrado opiniones diversas al respecto y, por otra, las tazas pueden precalentarse, por ejemplo. Así evitamos cualquier resquicio de frío.

El mejor café para la Saeco GranAroma

Espuma de leche: ¡¡¡qué gozada!!!

Me imagino que la Saeco GranAroma acabará convirtiendo en fans de la espuma a personas que, de otro modo, nunca añadirían leche a su café. Y es que el modesto sistema de leche con tubo flexible y recipiente para leche produce unos resultados excelentes.

La cremosidad y la suave consistencia de la espuma son extraordinarias, el sabor es deliciosamente dulce y ni las burbujas ni los poros harán acto de presencia en tu capuchino.

El espumador de leche funciona de forma supersilenciosa y, además, permite preparar dos especialidades con leche al mismo tiempo. Esto no siempre es así en las cafeteras automáticas Saeco.

Mi única minicrítica va dirigida al recipiente para leche, que podría haber sido de más calidad, pero bueno, cumple su función.

Limpiar la Saeco GranAroma: la experiencia merece la pena

A pesar de haber estado un tiempo silenciada en el mercado de las cafeteras superautomáticas, la marca Saeco tiene muchos años de experiencia desarrollando este tipo de máquinas, y esto es especialmente importante en materia de limpieza.

Un grupo de infusión extraíble es, por supuesto, algo bastante habitual. Sin embargo, a esto hay que sumarle el resto de enjuagues y ciclos de limpieza con un solo botón que también funcionan de maravilla.

La tecnología HygieSteam para el sistema de leche es un poco rimbombante y también está presente en marcas de la competencia como Siemens.

Eso sí, el enjuague automático de los tubos flexibles y las boquillas con abundante vapor de agua después de preparar espuma proporciona una limpieza higiénica sin ningún esfuerzo por parte del usuario.

Dado que el recipiente para granos es tan grande, conviene que compruebes de vez en cuando si se ha llenado de aceites y grasas del café. De ser así, es superfácil eliminarlos con un paño húmedo.

Por supuesto, los componentes como la bandeja de goteo, el depósito para posos de café y el depósito de agua deben limpiarse a diario, lo que no es nada complicado, y menos aún en el caso del depósito de agua, que se puede extraer fácilmente por la parte delantera.

Por cierto, me he dado cuenta de que este detalle —aparentemente insignificante— se está volviendo cada vez más importante cuando evalúo la cuestión de la limpieza.

Si un modelo no puede manejarse completamente desde la parte delantera (a excepción del grupo de infusión extraíble), una cafetera automática moderna pierde en seguida puntos para mí.

Conclusiones sobre la cafetera superautomática Saeco GranAroma: ¡todo a nuestro gusto!

Una cafetera automática Saeco que cueste unos 750 euros es toda una novedad para esta marca. No obstante, hay que señalar que el modelo en sí no parece demasiado novedoso, ya que la cafetera superautomática Saeco GranAroma traslada muchas funciones de la antigua serie Xelsis a la gama media.

Por eso mismo, en la gama superior sigue habiendo espacio para la Saeco Xelsis Suprema.

Sin embargo, esta actualización está muy bien concebida. Sobre todo la excelente simplicidad de manejo y la espuma de leche de primer nivel justifican fácilmente el precio de la GranAroma.

En mi opinión, la relación calidad-precio de esta cafetera superautomática es la mejor de toda la comparativa de marcas. No obstante, para ello lo mejor sería tener una visión general de toda la serie y saber cuánto cuesta cada modelo.

Tengo un debate interno sobre si la GranAroma podría llegar a ostentar algún título de ganadora en mi comparativa de cafeteras superautomáticas o no.

Como nunca considero los factores individuales de forma aislada, que la espuma sea un éxito no es razón suficiente, por sí sola, para ganarse un puesto en el podio. Las opciones de ajuste, tampoco.

El molinillo cerámico es algo ruidoso, el capuchino está un poco demasiado frío para algunos usuarios y el recipiente para leche podría ser de mejor calidad.

Sin embargo, si examino los resultados de la prueba con mayor detenimiento y tengo en cuenta también el precio, la Saeco GranAroma se queda a un paso del podio. La condición previa es que elijas el número de modelo correcto (SM6585) y que no te gusten demasiado las bebidas supercalientes.

Así que ahora te toca a ti: ¿qué te parece la Saeco GranAroma? ¿Dónde la clasificarías y qué puntuación le darías? ¿Has encontrado una buena oferta? ¿Debería darle un puesto en el podio? ¡Espero tus comentarios!