Escrito por Arne Preuss (experto en café) y editado por Érika García Bellés (editora de español)
Última actualización: 21 septiembre 2021 Hemos integrado la verificación de datos en nuestro proceso editorial para poder proporcionarte información actualizada y fiable en todo momento. Dado que los precios o la disponibilidad de los productos pueden cambiar rápidamente, nuestro equipo comprueba con regularidad los datos más relevantes y los actualiza para que estés siempre al día. Aun así, si detectas alguna imprecisión, déjanos un comentario. ¡Gracias infinitas por formar parte de nuestra comunidad! Datos verificados por Érika García Bellés
Escrito desde el corazón para deleitar tu paladar
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¡Hola! Me llamo Arne y soy barista. Llevo toda mi vida entregado al café de calidad: antes, desde detrás de una barra; ahora, a través de Coffeeness. Mi verdadera vocación es hacer posible que disfrutes del mejor café en casa, por lo que mi equipo y yo queremos compartir contigo todos nuestros conocimientos sobre el mundo del café.
Cómo hacemos las pruebas | Nuestro equipo
Resulta bastante fácil menospreciar los espumadores de leche. Después de todo, la gente con ambiciones suele adquirir cafeteras superautomáticas con sistemas de leche superguays o cafeteras expreso con tubos de vapor para obtener una espuma de leche que haga honor a su nombre.
No obstante, te diré una cosa: si quieres comprarte un espumador de leche independiente, ya sea automático, manual o con pilas, considero que por lo menos estás intentando impregnar tu cocina de un poco de cultura del café.
En español es la primera vez que esta guía ve la luz. En realidad, llevaba tiempo sin prestar demasiada atención a esta categoría de productos, pero he decidido actualizar este artículo al mismo tiempo que probaba tres espumadores nuevos.
Y, una vez más, me he dado cuenta de que, con respecto a la calidad de la espuma, los espumadores de leche superan fácilmente a muchas cafeteras automáticas y a algunos tubos de vapor mediocres. Además, son más económicos, más compactos, más fáciles de limpiar y, sobre todo, más cómodos.
Entonces, ¿por qué menospreciarlos? Por nada. De ahí que, el Philips Senseo Milk Twister, mi espumador favorito, va a tener más competencia a partir de ya, porque me apetece volver a probar más espumadores de leche de los tres tipos.
Si sigues leyendo te enterarás de cómo hacer espuma de leche, de qué espumadores he probado, de cuál es el mejor y de qué debes tener en cuenta a la hora de elegir uno.
El mejor espumador de leche automático: Philips Senseo Milk Twister
Como barista profesional, lo primero en lo que me fijo siempre es en la calidad de la espuma. Sus burbujas deben ser diminutas, debe ser aterciopelada, brillante y, sobre todo, fluida. Los resultados tipo espuma de baño son más bien estándar, pero el arte consiste en obtener una sexi microespuma.
Y, hasta la fecha, nadie lo ha hecho tan bien como el Philips Senseo Milk Twister. Este espumador de leche automático de inducción no es que sea muy barato y ni que pueda espumar mucha leche de una vez. En cambio, es compacto, silencioso, rápido y fácil de limpiar.
El Melitta Cremio casi lo supera, ya que sus resultados también son sensacionales. Lástima que se haya descalificado a sí mismo (por ahora) a causa de su funcionamiento, obstinado y rebelde, y de su irritante sensibilidad al sobrecalentamiento.
El mejor espumador de leche para familias grandes: la gama Severin
Si necesitas más de una taza de espuma de leche de una vez o también quieres complacer a los niños con chocolate caliente, la familia Severin es casi sin reservas la mejor opción. Entre ellos, tenemos:
El Severin SM 3585 es la última travesura del fabricante, pero también toma como modelo el principio probado:
Gran volumen de llenado y de espumado
Jarra aparte y de calidad que facilita la limpieza
Múltiples funciones
Silencioso y fácil de manejar
Base grande que da la sensación de solidez
En cuanto al precio, este espumador ronda los 100 euros. No es moco de pavo, pero merece la pena si en casa sois de los que espumáis mucha leche y con frecuencia.
La espuma hecha con un espumador Severin siempre es de buena calidad, aunque la marca tiende claramente a ofrecer una consistencia más firme, que es ideal para el latte macchiato y otras creaciones similares con diferentes capas.
Si buscas un poco más de elegancia y tienes una cartera bastante holgada, te recomiendo que eches un vistazo al WMF LONO Milk & Choc. Tiene múltiples funciones, es de mucha calidad y la espuma que prepara es muy convincente.
La mejor relación calidad-precio: Clatronic y Arendo
El Clatronic MS 3326 y el Arendo Milkstar también han tomado como modelo el principio probado de la base grande separada de la jarra.
En el caso de Clatronic, este principio se ha encogido un poco, lo que reduce también la cantidad de leche que puede espumar, pero también hace que sea bastante más ligero que un Severin.
Arendo ha optado por añadir a su espumador de leche una jarra de cristal. Aunque acentúa el miedo a que se acabe rompiendo, también dota a este espumador de un verdadero atractivo por su exquisitez. Y el resultado te aseguro que te convencerá.
El bajo precio es un punto importante en ambos dispositivos. Considero que son excelentes espumadores de uso ocasional para principiantes o para hogares unipersonales. Lamentablemente, su durabilidad todavía no te la puedo confirmar.
Por su precio, también te recomiendo el espumador de leche Miroco, pero admito que tengo dudas acerca de su calidad a largo plazo. Como mis dudas no son fundadas, quería mencionar este dispositivo aquí para que supieras de él. De todos modos, de momento no está disponible para España.
El mejor espumador de leche manual: Bodum Latteo
Antes de tener el Bodum Latteo en mis manos, pensaba que tener un espumador de leche manual era una estupidez. Demasiado trabajo, demasiado esfuerzo… siendo así, ¡¿para qué?!
No obstante, cuál fue mi sorpresa cuando descubrí que el principio de bombeo en una jarra de vidrio de borosilicato al estilo prensa francesa daba como resultado una espuma de leche excelente, de la que podía hasta tener un control preciso de la temperatura.
Si tienes una cocina eléctrica (no funciona con placas de inducción), puedes calentar la leche directamente en la jarra y luego meterlo todo en el lavavajillas.
¿Algo más que decir? ¡Sí! Este espumador cuesta poco más de 20 euros, ¡lo que es una ganga teniendo en cuenta la calidad de la marca Bodum!
Un competidor más pequeño, el Bialetti Tutto Crema, resulta un pelín más caro y no es tan eficiente como el candidato de Bodum, pero se supone que sí que puede colocarse directamente sobre una placa de inducción (del tamaño del cuerpo del espumador).
Sin embargo, hay algunos pequeños detalles que Bialetti no ha pulido del todo y que le han costado la victoria.
El mejor espumador de leche con pilas: ScanPart
Los batidores mini que funcionan con pilas son fáciles de encontrar por cuatro duros. Eso sí, he de admitir que después de la prueba ya no he vuelto a utilizar más mi espumador de leche ScanPart. Por lo menos no para obtener la típica espuma de leche.
Sin embargo, me gusta utilizar estos aparatitos para mezclar el matcha (té verde en polvo) con agua caliente antes de emulsionarlo con leche en el tubo de vapor para obtener un matcha latte. Si quieres mezclar algo rápidamente, estos batidores son los mejores para ello.
Un espumador de leche eléctrico con pilas es, sin duda, una solución de emergencia. Y, aunque sea de los caros, puede romperse en seguida. Por no hablar del despilfarro de pilas (¡por favor, utiliza pilas recargables!). Al menos, el ScanPart dura más que el resto de espumadores con pilas ultrabaratos.
El mejor espumador de leche en una cafetera superautomática: DeLonghi Dinamica
Solo incluyo esta categoría para que tengas toda la información sobre espumadores y que, así, puedas ver con qué cafeteras superautomáticas tienen que competir los espumadores de leche actuales —o, mejor dicho, qué cafetera automática se acerca a la calidad del espumador de inducción.
Como ya he mencionado, los sistemas de leche de las cafeteras superautomáticas casi nunca son tan buenos como el principio de agitación de los espumadores de leche, porque en la cafetera automática la leche tiene que pasar por tubos y boquillas y, en el proceso, pierde su consistencia original.
Como líder de la gama media, la cafetera superautomática DeLonghi Dinamica ECAM 350.55.B es una clara excepción a esta regla.
Ya de por sí, el hecho de que la consistencia de la espuma sea ajustable garantiza que el resultado esté muy por encima de la espuma de baño que se obtiene con otras cafeteras automáticas.
En términos de cantidad, me gustaría destacar la DeLonghi Magnifica Evo y su innovadora función de espuma de leche a demanda, con la que la máquina espuma exactamente la cantidad de leche que hay en la jarra.
Otros espumadores de leche
Al actualizar esta guía me he dado cuenta de que durante un tiempo estuve realmente loco por los espumadores y que acumulé un montón de dispositivos de este tipo.
Aunque se podría pensar que las diferencias entre ellos no pueden ser tan grandes, algunos espumadores de leche me sorprendieron por su deficitaria calidad (entiéndase con esto: todo lo sorprendido que puede estar un probador profesional).
Y es que entre los menos convincentes casi solo encontramos grandes marcas. Sí, lo que oyes. Por ejemplo, hay algunos espumadores que tienen un enorme problema con la relación calidad-precio, como por ejemplo el Nespresso Aeroccino 3 que, por lo que vale, solo ofrece una calidad de espuma bastante regulera.
Para mí no hay ni un argumento que justifique la compra de un producto con una mala relación calidad-precio. Y, sobre todo, conociendo sus pobres resultados en la prueba.
Los espumadores de leche tienen un problema similar al de los hervidores de agua y muchos otros electrodomésticos: no pueden reinventar la rueda y hay tanta competencia que resulta difícil destacar de algún modo en este ámbito. Por diversas razones, este es el caso del Lavazza A Modo Mio.
Suponiendo que realmente solo quieras tomarte un café con espuma de leche de vez en cuando y no te apetezca gastarte un ojo de la cara —ni esforzarte tú mismo en preparar la espuma—, el Lavazza A Modo Mio no es una mala opción.
Sí que te desconsejo la compra del Arendo Milkloud, que falla en tres puntos que son esenciales: el volumen de llenado es muy escaso, la leche no se espuma bien del todo y la espuma sale demasiado fría.
Y tenemos otras opciones mejores como para escoger este con esos resultados tan decepcionantes, la verdad.
¿Quién necesita un espumador de leche?
Ya sé que el título de este apartado es absurdo, pero es que, en sentido estricto, nadie necesita esta categoría de dispositivos. Eso sí, te sale mucho más a cuenta que correr todos los días a tu cafetería favorita y gastarte tres o cuatro euros con tu latte o capuchino.
En cuestión de días podrías permitirte un espumador de leche manual como el Bodum Latteo, y después de un mes, cualquier espumador de leche automático decente de los que he probado.
La espuma de leche es un producto de lujo que a muchos de nosotros nos gustaría tomar todos los días, pero no queremos depender de una cafetera automática ni de una cafera expreso. Y puedo entenderlo muy bien.
Si, de todos modos, prefieres tomar café preparado con una cafetera de filtro manual y un café con leche te hace más feliz que un flat white, un espumador de leche es una inversión inteligente a largo plazo.
También encuentro que un expreso hecho con cafetera moka se vuelve el doble de interesante si lo coronamos con una deliciosa espuma de leche.
Tener un espumador no significa tener que hacer concesiones, porque se trata de una solución independiente para todos los amantes del café que no quieren tener un montón de máquinas pero, en cambio, sí disfrutar de una gran variedad de opciones.
Sinceramente, cuando necesito espuma de leche para ya, no pongo en marcha la cafetera superautomática ni enciendo una de mis cafeteras con portafiltro. Cojo un espumador, vierto la leche, dejo que la máquina haga su trabajo y ya está.
Para practicar el latte art o si necesito una espuma de leche realmente perfecta, entonces recurro a mis habilidades de barista. Sin embargo, en el día a día me da mucha pereza.
Guía de compra de espumadores de leche: ¿qué es lo que realmente importa?
Aunque siempre digo que prefiero el café y el expreso solos, una espuma de leche conseguida me parece un arte en sí mismo.
Y es que solo cuando la temperatura ideal se une a las fuerzas adecuadas, la espuma se fusiona a la perfección con el aroma de un grano de café para darle a tu paladar una experiencia completamente nueva.
La espuma de leche es capaz de resaltar el dulzor de un grano de expreso, suavizar los elementos amargos y dar un toque afrutado a la insolente acidez.
Si los resultados de mis pruebas te resultan insuficientes y tienes otros dispositivos en mente, a continuación te dejo la guía definitiva de compra de espumadores de leche, en la que te proporciono consejos y trucos útiles.
Hagamos la pregunta al revés: ¿cómo se convierte la leche en espuma? Explicado de forma sencilla, el aire mezcla las moléculas de proteína y grasa de la leche pero, dado que los compuestos moleculares son obstinados por naturaleza, necesitan un poco de ayuda. Y esta ayuda la proporciona el calor.
Se trata de un proceso tan complejo que en Alemania existe hasta una tesis doctoral sobre la espuma de leche: Untersuchungen zur Charakterisierung der Makro- und Mikrostruktur von Milchschäumen (su traducción sería algo así como Investigaciones para caracterizar la macroestructura y microestructura de la espuma de leche).
Para nosotros, lo único importante es que la mayoría de los espumadores de leche automáticos funcionan con inducción —es decir, con campos magnéticos alternos—, por lo que generan calor y, al mismo tiempo, hacen que gire el cabezal batidor correspondiente. Dos pájaros de un tiro, por así decirlo.
El cabezal batidor presenta una espiral que inyecta moléculas de aire en la estructura de la leche hasta convertirla en una espuma más o menos estable. La tecnología de inducción no solo es útil por su rapidez, sino que también ahorra electricidad y es muy precisa en términos de calor.
De acuerdo con mis pruebas, considero que los siguientes factores son los más importantes a la hora de elegir un espumador de leche:
- Capacidad
- Limpieza
- Estructura de la espuma de leche
- (Ajustes de) temperatura
- Manejo
- Precio
Ahora vamos a empezar la casa por el tejado y hablar del resultado: ¿qué debemos obtener con el espumador de leche? Y es que no toda la espuma de leche es igual. Tenemos espuma suelta y fluida, ideal para el latte art, y luego está la espuma compacta, entre otras.
Sin embargo, hay un tipo de espuma que es inaceptable: una cosa con burbujas enormes y consistencia firme que recuerda a la espuma de baño. En ese sentido, todos los dispositivos que he probado hasta la fecha han cumplido mis expectativas.
Los espumadores de leche automáticos suelen diferenciarse un montón entre ellos en términos de capacidad. Desde los escasos 120 ml hasta los confortables 260 ml de capacidad, como el espumador de leche Severin SM 3585, todo es posible.
Es muy importante que te fijes siempre en el volumen de espumado y no te dejes guiar por la capacidad indicada, ya que la espuma requiere espacio en la parte superior. Por ello, el volumen de llenado máximo solo se aplica cuando lo usamos como calentador de leche (sin espuma).
Los fabricantes saben muy bien que eso es así. Sin embargo, en las descripciones de sus productos les gusta hablar de gran capacidad, pero no se refieren al volumen de espumado. Como ves, el marketing en su máxima expresión.
Nunca debes sobrepasar los valores máximos, porque de lo contrario la leche podría salirse por la tapa. Y ya sabes lo que ocurre cuando las fuerzas de rotación se unen a los líquidos y a una tapa que no cierra bien (véanse las batidoras de vaso).
Para ayudarte a determinar qué capacidad necesitas, se aplica lo siguiente: si no te apetece preparar una nueva porción de espuma de leche para cada taza de café, no te compres un espumador mini.
Además, entre espumado y espumado el dispositivo siempre tarda cierto tiempo en volver a estar listo para su uso. Por no hablar de la limpieza entre medias.
A veces siento que soy la única persona del mundo mundial para la que la espuma de leche está siempre demasiado fría. Los espumadores de leche de inducción toman como referencia unos 63 grados centígrados para obtener una buena espuma de leche y solo superan estos valores ligeramente.
Aunque para mí siguen siendo pocos grados, a otros les encanta esta temperatura bebible y señalan que no debemos perder de vista que el café está bastante más caliente. Y no les falta razón.
A veces noto mucho cambio con solo pocos grados de diferencia. Actualmente, por ejemplo, el espumador de leche Miroco es el que ha obtenido la mejor puntuación con sus 66,5 grados centígrados. El Senseo Milk Twister llegó a rozar los 70 grados.
Para resolver este problema y adaptarse a cada usuario, algunos dispositivos te ofrecen la opción de ajustar la temperatura tú mismo, pero con ciertos límites. Y es que, para la famosa «función de espuma fría», el espumador necesita temperaturas diferentes a las del simple calentador de leche.
La espuma fría es ideal para un batido o un latte frío, pero como reclamo lo considero un truco de marketing, ya que lo que necesitas es leche caliente.
Hace poco, al probar la Melitta Cremio, pude constatar lo importante que es un buen manejo. Este espumador podría ser el no va más en términos de espuma de leche perfecta si no fuera tan caprichoso. Básicamente, para mí es importante que un espumador:
- sea autoexplicativo,
- tenga indicaciones unívocas y elementos de control claros,
- prepare la espuma de forma silenciosa y rápida,
- sea robusto y pueda apoyarse con seguridad en la encimera,
- tenga mangos con aislamiento térmico o similares…
… y no salpique al servir la espuma. En este sentido, todos los espumadores con jarra separada llevan la delantera, porque los modelos basados en el principio del hervidor de agua son muy lentos al verter el líquido y la abertura que tienen para servirlo no podría llamarse ni boquilla.
El Severin SM 3585 es un magnífico ejemplo de la diferencia que supone una jarra separada y con buena construcción.
En términos de funcionalidad la cosa se ve diferente: si prefieres limitarte a insertar la unidad batidora (correcta) y pulsar un botón, los modelos compactos con un solo botón serán tus favoritos.
Los mejores espumadores de leche automáticos que he probado están disponibles a partir de unos 50 euros. Cuanto menos dinero inviertas, menos tecnología tendrá. El Bodum Latteo es, por tanto, la única opción razonable para mí por menos de 30 euros.
El límite máximo para mí es de unos 130 euros. Una inversión así ya duele y, por tanto, necesitamos que la calidad sea acorde. Si nos metemos en los segmentos más altos de precio, no deberías conformarte con menos de lo que ofrece el espumador WMF LONO Milk & Choc.
Lo que se parece a un eslogan publicitario muy famoso de la industria de detergentes líquidos es en realidad uno de los elementos más importantes de los buenos espumadores de leche: no hay nada peor que que la leche se te queme, porque al final acabas tirándolo a la basura.
Por desgracia, los espumadores de leche del estilo hervidor de agua no se pueden meter en el lavavajillas y, como su revestimiento es antiadherente, puede dañarse con facilidad al fregarlos. De ahí que dicho revestimiento deba poder con todo.
En este caso vale la pena hacerte con un espumador de una marca de calidad, como ha demostrado el —por lo demás, odioso— Melitta Cremio y nuestro ganador de la prueba, el Senseo Milk Twister.
Los espumadores con jarra son mucho menos sensibles, pero asegúrate de que, en caso de ser de metal, la jarra esté hecha de una aleación de alta calidad. Lo notarás por el peso. El líder indiscutible aquí es el Severin SM 3585, seguido del modelo WMF.
El vidrio, como en el caso del Arendo Milkstar, da los mejores resultados en este sentido, aunque siempre existe riesgo de rotura, pero difícilmente puede ser más higiénico y antiadherente.
A la hora de la limpieza, hay que prestar especial atención a que la unidad batidora se limpie por completo, porque en las ranuras y espiras de los batidores se puede acumular una gran cantidad de suciedad.
Merece la pena que un modelo venga con batidores de repuesto, ya que estos pequeños bichos se estropean fácilmente. El espumador de leche Miroco, por ejemplo, es ejemplar en este sentido.
Aunque ningún espumador de leche de los que he probado es realmente ruidoso, desde hace poco tengo algo muy claro: los espumadores de leche Melitta Cremio y Miroco son sumamente silenciosos.
Y, a partir de ahora, para decidir si un espumador es silencioso o ruidoso, esos van a ser mis puntos de referencia en términos de decibelios, ya que con ese nivel de ruido puedes espumar lo que quieras a cualquier hora del día o de la noche. ¡Qué maravilla!
En mis primeras pruebas siempre me basaba en mi oído, pero a partir de ahora siempre utilizaré una aplicación de medición.
Sé que el tema del nivel de ruido en los aparatos de cocina es increíblemente importante para mis lectores. No me digas que no es bonito ponerte delante del aparato y preguntarte: «¿Eh, pero ya está en marcha?».
¿Qué más se puede hacer con un espumador de leche?
¿Los espumadores sirven solo para espumar leche? Qué aburrido. Será mucho más divertido si los utilizas para otros fines de vez en cuando.
Por ejemplo, para hacer chocolate caliente o incluso para salsas y sopas, y con el Clatronic MS 3326, según el fabricante, es posible. También se puede utilizar para montar nata si seleccionas el ajuste en frío.
En principio, puedes utilizarlos con cualquier cosa que sea líquida y que pueda volverse cremosa. Esto le da mucha más versatilidad y justifica su compra. Sin embargo, solo deberías hacer este tipo de experimentos en los espumadores con jarra. Los modelos antiadherentes son demasiado pequeños y delicados para esto.
Instrucciones de uso: ¿cuál es la mejor manera de proceder?
Aunque no es necesario ser ingeniero para utilizar un espumador de leche, hay algunas cosas que debes tener en cuenta para mejorar los resultados y prolongar su vida útil.
Después de desembalarlo por primera vez, limpia bien todas (¡!) las piezas. Aunque sea algo bastante lógico, también es indispensable para el resultado de la espuma, ya que cualquier mota de suciedad podría impedir que consigas una espuma estable.
Seca muy bien todas las piezas. Una molécula de agua en el lugar equivocado puede tener un efecto similar al de una partícula de polvo.
Echa un vistazo al manual de instrucciones por lo menos una vez. Precisamente cuando se trata de combinaciones de botones, a veces cada fabricante va a la suya.
Monta todas las piezas siguiendo las instrucciones, elige el cabezal correcto (dentado para espumar, liso para calentar) e insértalo. Solo entonces podrás pensar en añadir la leche.
No te olvides de poner la tapa y pulsa el botón de funcionamiento solo después de haber comprobado que el volumen de llenado sea correcto y que la tapa también está bien colocada. A continuación, deja que el espumador haga su trabajo hasta que oigas un pitido.
Precaución: tanto el cuerpo del espumador como las jarras tienden a calentarse. Por lo tanto, agárralos solo por las partes que el fabricante haya dispuesto para tal fin.
Los fabricantes recomiendan servir la espuma sobre el café con la ayuda de una cuchara. Yo también lo recomiendo porque la mayoría de espumadores de leche son poco manejables.
Otro consejo: antes de servir la espuma con una cuchara, mueve el espumador en círculos con cuidado y dale golpecitos a la base de la jarra. Esto rompe las burbujas de aire que puedan quedar y hace que la espuma sea especialmente fluida y cremosa.
¿Qué leche se puede espumar?
En mi artículo sobre la espuma de leche te hablo de los tipos de leche más habituales y de sus propiedades espumantes. Llegados a este punto, solo quiero decirte una cosa: si tiene suficiente potencia, un espumador de leche automático puede espumar casi cualquier tipo de leche.
Eso sí, funciona mejor con:
Para sus espumadores, el fabricante Severin recomienda:
… utilizar leche UHT semidesnatada (con un contenido de grasa del 1,5 %). Para obtener mejores resultados, se debe sacar la leche del frigorífico inmediatamente antes de espumarla.
Puedo confirmar que eso es así para cualquier dispositivo. Si la temperatura inicial es baja, el espumador tendrá tiempo suficiente de inyectar aire en el líquido antes de que la leche se sobrecaliente.
En teoría, esto no puede ocurrir porque los espumadores se desconectan automáticamente a una determinada temperatura programada. Sin embargo, es difícil obtener una buena espuma de leche si utilizamos leche tibia.
Para espumar en frío, lo que es posible con muchas máquinas, es mejor que la leche sea entera.
Conviene saber que la espuma fría hecha con leche desnatada tiene un aspecto aceptable durante unos segundos y luego se desmorona. Vale, a la espuma fría hecha con leche entera también le pasa, pero que tenga algo de temperatura nunca viene mal.
Sin embargo, las bebidas (vegetales) bajas en proteínas y grasas, como las de coco o arroz, son siempre rebeldes, tanto si se espuman en caliente como en frío.
Limpiar el espumador de leche
Ya tenemos una espuma de leche deliciosa, un café también riquísimo, las piernas en alto y toca relax… ¡Ups, espera! Hasta el mejor revestimiento antiadherente debe limpiarse inmediatamente (¡!) tras su uso si quieres que siga conservando sus propiedades antiadherentes durante mucho tiempo.
Piensa que, cuanto antes te ocupes de los restos de leche, menos tiempo invertirás en la limpieza.
La unidad batidora y el recipiente deben enjuagarse al menos con agua caliente después de cada uso. Lo ideal sería limpiarlos con detergente líquido o incluso meterlos en el lavavajillas.
Si aún quedan restos de leche adherida, olvídate de utilizar esponjas u otros estropajos para desincrustar la suciedad y, en su lugar, usa bicarbonato o esencia de vinagre. Hiérvelos con agua caliente, vierte la mezcla en el recipiente y deja que se enfríe. Después, por supuesto, límpialo y acláralo bien.
Una clase aparte (¿?): espumadores de leche con pilas
Como antiguo miembro de Gryffindor, nunca podré acostumbrarme a llamar varitas mágicas a los espumadores de leche con pilas, pero estos ayudantes superasequibles son tan valorados por los usuarios que quiero echarles otro vistazo rápido por separado.
Básicamente, un espumador de leche con pilas es un batidor eléctrico. Se compone de un cabezal redondo unido a una fina varilla metálica y, al pulsar el botón, el cabezal gira dentro de la leche rápidamente y en pequeños círculos.
El batidor inyecta aire en la leche a una velocidad de hasta 11 500 rpm. En teoría, esto funciona con leche fría y caliente.
Sin embargo, sabemos que el calor estabiliza la estructura de la espuma, lo que, en mi opinión, también es imprescindible con este principio de funcionamiento. Por lo tanto, siempre habrá que calentar la leche primero.
Fabricantes
En cuanto a los fabricantes de espumadores de leche con pilas, las marcas que dominan el mercado son, en su mayoría, marcas sin nombre. Al fin y al cabo, son las que ofrecen el mejor precio, porque nadie está dispuesto a invertir más de diez euros en algo así.
El Severin 3590, sin embargo, sí que es un aparato de marca, pero en esta categoría no le veo muchas ventajas. Considero que el espumador de leche ScanPart es mucho mejor.
Puedes ver qué se cuece en el mercado en cuanto a espumadores de leche con pilas en la lista de los más vendidos en Amazon.
Ventajas y desventajas
Uno de los argumentos más importantes para comprar estos espumadores de leche es su precio, que oscila entre 5 y 30 euros. No obstante, no hay razón por la que gastar más de 15 euros en una varita de este tipo, como demuestra el dispositivo más popular en Amazon.
De todos modos, solo se obtiene una espuma de leche pasable con una vida media más bien breve. Pero bueno, tampoco es que te prometan mucho más. Creo que el hecho de que se puedan utilizar fácilmente para otros fines es uno de los argumentos de compra más importantes. En mi caso, me encanta cocinar y utilizo el batidor eléctrico con bastante frecuencia.
¿Qué temperatura debe tener la leche?
Conseguirás muy buenos resultados con leche caliente a una temperatura de unos 70 grados centígrados. Da igual que la calientes en un cazo o en el microondas. Lo principal es que te asegures de que el líquido no se calienta demasiado y, sobre todo, de no llevarlo a ebullición.
¿Cuánta leche se puede espumar de una vez?
Intenta espumar leche con un pequeño batidor en un recipiente ancho y comprobarás que no funciona porque el líquido se sale y las burbujas de aire no encuentran contención. Por eso, para los espumadores de leche con pilas es mejor utilizar un recipiente estrecho con un volumen de llenado manejable.
Te recomiendo que te limites a espumar pequeñas porciones directamente en una taza precalentada. Lo ideal sería realizar el paso intermedio y espumar la leche en una auténtica jarra de leche de metal pero, tratándose de este tipo de espumadores, creo que sería exagerado.
¿Cómo se usan los espumadores de leche con pilas?
¿Desembalarlo, ponerle pilas e introducirlo en la leche? No es tan sencillo, al menos si quieres que la espuma de leche haga medianamente honor a su nombre:
Aclara el aparato con agua caliente. Precaución: solo el batidor debe entrar en contacto con el agua, el cuerpo no suele ser impermeable.
Sécalo bien, porque el agua es el gran enemigo de la espuma de leche.
Enciéndelo en seco unas cuantas veces para sentir el punto de presión del botón de encendido y obtener la sensación del espumador de leche en la mano. Justo en este punto estos dispositivos varían considerablemente entre ellos.
Calienta la leche hasta que salga un ligero vapor blanco. En caso de duda, un termómetro de cocina te puede ayudar (no cuesta más que el espumador de leche).
Coloca el espumador de leche en la superficie de manera que el cabezal se encuentre justo debajo de la superficie. Acto seguido, enciende el espumador de leche.
Tira del cabezal un poco hacia arriba para que el espumador pueda rasgar la superficie.
A continuación, toca esperar y procurar que el cabezal se mantenga justo debajo de la superficie en todo momento. Por lo tanto, no tiene mucho sentido remover con la varita dentro del cazo o de la taza.
Aclara el batidor inmediatamente, ya que de lo contrario los restos de leche se secarán y ahí empezará la pesadilla de los gérmenes.
Advertencia sobre el riesgo de salpicaduras: en este caso es bastante alto, por eso es tan importante encender el dispositivo con el cabezal ya sumergido en el líquido. Si colocas un paño de cocina sobre el recipiente, evitarás tener que limpiar después.
¿Qué pilas se necesitan?
La mayoría de los espumadores de leche que funcionan con pilas requieren dos pilas AA. Lamentablemente, tendrás que cambiarlas con bastante frecuencia porque el espumador empieza a ralentizarse en seguida tras varios usos.
Con los buenos dispositivos resulta fácil abrir el compartimento para las pilas. Evita los espumadores tan complejos que parezca que haga falta ser ingeniero para utilizarlos, ya que no te valdrá la pena ni el dinero ni el esfuerzo.
Si empiezas a utilizar el espumador de leche más a menudo, mirando por tu bolsillo (y por el medio ambiente) deberías ir pensando en escoger pilas recargables. O incluso barajar la opción de pasarte a un espumador real; quizá tendría más sentido.
¿Cómo se limpian los espumadores de leche con pilas?
Podría hablar largo y tendido sobre el tema de la higiene y la leche, ya que lo último que quieres es que los residuos infestados de gérmenes entren en tu café.
Con los espumadores que funcionan con pilas esto suele ser un desafío, porque en la mayoría de dispositivos económicos no se puede quitar la varilla. En el caso del cabezal resulta laborioso sacar los restos de leche de las espiras.
Es casi igual de importante secar con cuidado las piezas lavadas, porque los restos de agua boicotean cualquier intento de hacer espuma y están tan infestados de gérmenes como sus colegas de la leche.
Espumadores de leche manuales: ¿se necesita mucho músculo para obtener una deliciosa espuma?
En lo que a espumadores de leche manuales se refiere, reconozco que he cambiado de parecer varias veces. Por suerte, he acabado dándome cuenta de todo su potencial, pero ya podría haberme dado cuenta antes. Después de todo, mi lema es: si quieres disfrutar del mejor café, hazlo tú mismo.
Así que solo era cuestión de tiempo que me ocupara seriamente de la preparación manual de espuma de leche y, por tanto, de los espumadores de leche que necesitan de músculo y no de electricidad. Y, si lo haces todo bien, el resultado será magnífico.
¿Cómo funcionan los espumadores de leche manuales?
Aunque la comparación sea un poco cutre, un espumador de leche manual es una mezcla de inflador y prensa francesa. Visualmente, es difícil diferenciar estos espumadores de una prensa francesa estándar.
La cafetera funciona con un filtro que, por medio de un émbolo, se presiona lentamente hacia abajo después del tiempo de infusión.
El espumador de leche está construido de la misma manera, con la excepción de que el filtro en este caso se mueve hacia arriba y hacia abajo como si se tratase de un inflador.
Al efectuar este bombeo, se inyecta aire en la leche, el filtro lo agita todo y al final se crea una espuma cremosa y de burbujas diminutas.
Ventajas y desventajas
Las ventajas son evidentes: el espumador de leche manual no necesita ni toma de corriente ni pilas, y tú mismo puedes influir en gran medida para que el resultado sea perfecto.
Si temes sufrir codo de tenista por el bombeo, no te preocupes, ya que la espuma suele estar lista en poco tiempo.
Sin embargo, debes tener en cuenta que algo de tiempo en la espuma tendrás que invertir. No es como pulsar un botón y, mientras, hacer otras cosas. Eso es más fácil pero también es más caro.
En términos de estabilidad y durabilidad, los espumadores de leche manuales de calidad son superiores a otros modelos, ya que todo funciona sin electricidad ni interruptores ni contactos eléctricos. Por lo tanto, se podría decir que este método es el más sostenible de los tres. Y lo digo sin ironía.
Fabricantes
Hay una regla general que nunca falla: cuando una marca saca una prensa francesa al mercado, el espumador de leche manual de la misma marca no estará lejos. Por eso mismo, en Amazon es fácil encontrar dispositivos de marcas conocidas como Bodum, Bialetti y Cilio.
El Bodum Latteo se halla, con razón, en la cima de la lista de los más vendidos, entre los cuales encontramos productos de marcas no conocidas y otros de marcas de café.
El Bialetti Tutto Crema, que también he puesto a prueba, muestra con relativa claridad que, pese a sus diferencias con Bodum, tiene una posición predominante en el mercado. El espumador Bialetti nos ofrece lo siguiente:
Su émbolo trae un filtro doble, que facilita el proceso de espumado considerablemente.
El cuerpo es de aluminio con revestimiento antiadherente. Puedes calentar la leche directamente sobre cualquier tipo de cocina (menos inducción) y luego espumarla.
Está disponible en dos tamaños, según la espuma que necesites.
El tirador del émbolo es bastante grande y práctico.
¿Qué características tiene un buen espumador manual?
Es una pregunta justa: si la prensa francesa y los espumadores manuales son tan similares, ¿no puedo utilizar mi prensa francesa Bodum para espumar la leche? Respuesta corta: se puede, pero no tiene sentido.
Las diferencias radican principalmente en el diseño del filtro. La prensa francesa está hecha para presionar y tamizar el café molido, mientras que el espumador está diseñado para espumar la leche.
Por eso, al comprar un espumador de leche manual hay que prestar especial atención a los filtros:
Dos filtros con cierta distancia entre ellos es mejor que uno (el proceso de espumado será más rápido).
El filtro es básicamente como una rueda de bicicleta, por lo que es mejor que tenga más radios que menos.
Esos radios son, por así decirlo, como el látigo para la leche.
Las redes de malla fina garantizan que el aire se distribuya uniformemente en la leche y que la espuma sea más cremosa al final.
Por lo demás, se aplican los mismos criterios de calidad que para una prensa francesa:
Carcasa robusta de material resistente a la temperatura
Asas resistentes al calor
Base estable y horizontal
Tapa que cierre bien con un borde profundo para evitar derrames
Tirador cómodo (que, por supuesto, aquí todavía es más importante)
Boquilla que facilite servir la espuma
Desmontaje completo sin esfuerzo
Lo que debes decidir es si prefieres un espumador de leche de vidrio o de metal. El metal proporciona calor y suele poder usarse en las cocinas de inducción, mientras que el vidrio es mejor si te gusta supervisar el progreso.
El metal es más robusto, el vidrio es más higiénico y menos propenso a que la leche se pegue. Por lo tanto, lo dejo a tu elección.
¿Cuánta fuerza y tiempo se necesitan para el mecanismo de bombeo?
Si puedes llevar un plátano a más de dos metros de distancia y utilizar una cocina sin la supervisión de un adulto, también puedes manejar un espumador de leche manual. Lo que más te costará será calentar la leche con precisión, y el proceso de bombeo es pan comido.
Cada fabricante dice una cosa sobre el número de veces que hay que agitar el émbolo. Para Bialetti, se supone que son suficientes 15 movimientos; para Bodum, según los clientes, se necesitan unos 25.
Para cualquiera de los modelos, si quieres saber cuántos movimientos serán necesarios te recomiendo la regla del ojo: cuando te parezca que la espuma está lista es que lo está.
¿Qué tipos de leche se pueden espumar?
Si parece leche, se puede espumar. A veces mejor, a veces peor. Para el espumado, la temperatura debe ser por lo menos de 63 grados centígrados. Sin embargo, aquí no te recomendaría temperaturas tan altas como con los espumadores de leche manuales; básate en los valores de los modelos automáticos.
Bodum, por su parte, propone algo realmente loco para su miniespumador «Chambord»:
Para obtener los mejores resultados, utiliza leche muy fría desnatada o semidesnatada y luego introduce la jarra de vidrio con la leche espumada en el microondas durante 30 segundos.
¿Qué han estado fumando estos de Bodum? Calentar la espuma de leche ya preparada —a ser posible hecha con leche desnatada— es tan estúpido como batir la leche fría.
Y utilizar aquí el microondas es como encender un mechero Bunsen sobre claras de huevo a punto de nueve: se endurecen. Por lo tanto, lo mejor es que calientes la leche de antemano.
En general, parecer ser que a Bodum el éxito se le ha subido un poco a la cabeza. En otro sitio dice:
Con un espumador manual, la leche no es aplastada por el vapor, lo que hace que la espuma sea más densa y aún más deliciosa.
Ja, ja, ja, qué retahíla de tonterías. ¿Has visto alguna vez a un campeón del mundo del latte art o a un barista profesional utilizar un espumador de leche manual? Pues eso.
¿Cuánta leche puedo espumar de una vez?
Hay espumadores de leche manuales de un montón de tamaños. En el Chambord en versión mini que acabo de mencionar solo caben 80 ml de leche, mientras que en el Chambord grande caben hasta 250 ml.
Cilio y Bodum ofrecen espumadores grandes con una capacidad de unos 800 ml. Bialetti indica su capacidad en tazas de capuchino, lo que se traduce en una capacidad de 500 ml (3 tazas) o 1000 ml (6 tazas).
Una vez más, fíjate bien si se trata del volumen de espumado o del volumen de llenado máximo.
El tamaño que debes elegir no es una cuestión secundaria. Un espumador de leche solo puede funcionar si se llena al menos hasta un cuarto de su capacidad. Si habitualmente solo vas a preparar una taza de capuchino, con un espumador grande desperdiciarás mucha leche.
¿Cómo se usan los espumadores de leche manuales?
Pasemos a la sección que más te gusta, esto es, todos aquellos trucos y consejos que no vienen en el manual de instrucciones y que te doy para facilitarte la vida a la hora de utilizar un espumador de leche manual.
Antes de empezar hay que hacer una limpieza básica. Desmonta los filtros (si es posible), limpia el recipiente y seca bien las piezas.
Primera puesta a punto: antes del primer uso, haz algunos ejercicios en seco. Llena el recipiente con agua y comprueba en qué posición (y sobre qué superficie) el espumador se apoya con mayor seguridad. Por cierto, el Bodum Latteo es tan majo que incluye un soporte de corcho, cual posavasos.
Después de secar las piezas, llena el recipiente con leche al menos hasta la marca inferior y como máximo hasta la marca superior. Para calentar la leche, pon el recipiente sobre placas eléctricas o mételo en el microondas (¡siempre sin tapa!).
En cuanto la temperatura alcance —por lo menos— los 60 grados centígrados, coloca la tapa lo más recta posible sobre el recipiente y sumerge lentamente el filtro en la leche.
Ahora coloca el espumador en la posición perfecta (para eso hemos practicado en seco) y sujeta la tapa con firmeza.
Sin hacer fuerza, sumerge el filtro en la leche con movimientos uniformes. Puedes acelerar el ritmo un poco, pero recuerda que el filtro nunca debe salir del todo de la superficie de la leche. Si no, la próxima vez que lo sumerjas tus esfuerzos anteriores se irán al garete.
Sigue efectuando dicho bombeo hasta conseguir una espuma cremosa y con más volumen.
¿Esta descripción te sugiere algo? ¡Mente sucia!
Por cierto: a más bombeo no se obtiene necesariamente una espuma más firme. Una vez tienes ya una buena estructura, deberás parar lo antes posible. Para que la estructura se consolide, deja que el recipiente repose un momentito.
Además, ten cuidado al quitar la tapa. A veces se producen salpicaduras porque el bombeo ha creado una ligera sobrepresión.
Antes de servir la espuma, haz movimientos circulares con la jarra y dale golpecitos a la base de la jarra. Esto romperá las burbujas de aire y la espuma de leche quedará más brillante.
Si no te sale al primer intento, no te preocupes, a veces cuesta pillarle el tranquillo. Y, como te he dicho antes, cuando te salga, podrás disfrutar de una espuma deliciosa por muy poco dinero.
¿Cómo se limpian los espumadores de leche manuales?
En términos de higiene, los espumadores de leche manuales son de mis favoritos: basta con desmontarlos, meterlos en el lavavajillas y listo. Como no hay componentes con corriente eléctrica, no tienes que tener cuidado con casi nada. Con lo único es con las jarras de cristal, que suelen ser delicadas.
Llegados a este punto, tengo que compartir contigo un consejo que se aplica a la prensa francesa pero que te sirve también aquí: he comprobado que, al desenroscar los filtros, en los modelos de varias piezas es fácil olvidarte del orden en que se colocan.
Y ese orden tiene su razón de ser, por lo que siempre que compro un dispositivo nuevo, hago una foto. Y no sabes la de problemas que eso me ha ahorrado.
Espumar leche con una cafetera superautomática
De nuevo, por no dejarme nada en el tintero, también quiero hablarte brevemente de las cafeteras automáticas en calidad de espumadores de leche altamente complejos.
Como ya he mencionado antes, la mayoría de ellas traen espumador de leche, pero solo en casos excepcionales ofrecen el rendimiento de los espumadores de leche automáticos o de las manos de un barista profesional.
Estamos acostumbrados a tres tipos:
Cafeteras superautomáticas con tubo espumador
Cafeteras superautomáticas con Cappuccinatore
Cafeteras superautomáticas con espumador de leche integrado
La regla es la siguiente: cuanto más cara sea la cafetera automática, más integrado y automatizado estará el espumador de leche.
Ahora bien, los modelos básicos con tubo espumador suelen ser mejores en cuanto a la calidad de la espuma de leche, porque tienes mucha influencia en el resultado, pero familiarizarte con esos tubos hasta aprender a usarlos lleva su tiempo… y sé que eso saca de quicio.
No obstante, sé paciente, porque una vez se le coge el tranquillo a la DeLonghi Magnifica ECAM 22.110.B, por ejemplo, el resultado suele ser mejor que el de los modelos que te dan espuma con solo pulsar un botón.
El Cappuccinatore es básicamente un tubo flexible que se puede meter directamente en el cartón de leche. La cafetera automática es la que se encarga de espumar y calentar la leche.
Normalmente, tú eres quien deberás desplazar la taza o pulsar un botón adicional. Este tipo de espumador semiautomático tiene ventajas, sobre todo a la hora de la limpieza, pero no acaba de ser ni una cosa ni la otra.
Lo ideal es que el modelo de Cappuccinatore forme parte de un sistema de leche integrado. Este es el caso, por ejemplo, de la Melitta Barista TS Smart.
Que todo esté integrado y automatizado es el sueño de los fans de las cafeteras superautomáticas, pero para el amante de la espuma de leche es una lotería.
Y es que si no puedes ajustar este sistema (que suele ser el caso), no te quedará otra que vivir con la consistencia de la espuma obtenida. Eso sí, si funciona como la DeLonghi Dinamica ECAM 350.55.B, todo el mundo estará contento.
No voy a abrir una sección sobre la espuma de leche hecha con cafetera expreso en este momento, ya que este tipo exquisito de latte art es un mundo aparte, de modo que no encaja en un artículo tan plebeyo como el nuestro.
Si te va el mundo de las cafeteras con portafiltro, echa un vistazo a mi comparativa de cafeteras expreso y déjate inspirar por mi guía sobre la espuma de leche. Te prometo que allí también me pongo friki. Palabra.
Conclusiones: ¿con qué tipo de consumidor de espuma de leche te identificas?
Lo único que nos importa es que, obviamente, hay muchas formas de hacer espuma y, a veces, son mejores de lo que a los esnobs nos gustaría admitir. Hay cuatro tipos claros de consumidores según sus preferencias con respecto a la espuma. ¿Con cuál de ellos te identificas?
Si tienes algo de espacio en la cocina y no apetece ponerte en plan barista arrogante, lo mejor para ti es un espumador de leche automático. Un modelo como el Severin SM 3585 ofrece muchas opciones y es de calidad.
En tu casa la espuma solo se toma muy de uvas a peras, por lo que un espumador de leche eléctrico con pilas como el ScanPart es perfectamente adecuado.
Si tienes una cafetera de filtro manual y un molinillo de café manual, ¡también debes tener un espumador de leche manual! Lo tengo claro, para tu cocina sería ideal un modelo como el Bodum Latteo.
Lo quieres todo y, además, quieres que sea totalmente automático. Por eso, es lógico que una cafetera automática acabe convirtiéndose también en tu espumador de cabecera. A ti las cafeteras expreso te resultan sospechosas.
Y, para terminar, la frasecita de rigor: te espero en los comentarios para que me hagas todas las preguntas, objeciones y adiciones que quieras. ¡Anímate a participar!